
POR QUÉ CONMIGO
Después de ser madres hay un cambio profundo en nuestra identidad. Para algunas, quiere decir replantear unos roles más que otros, y para muchas, la forma de trabajar de antes, o la carrera que llevaban, ya no les hace tanto sentido. Otras, se toman una pausa en su carrera para dedicarse exclusivamente a los hijos y la casa.
Luego de una pausa laboral, buscar trabajo puede ser un objetivo particularmente desafiante. En algunos casos, empieza por no tener claridad de lo que ahora queremos. Y aún sabiendo, las mamás nos enfrentamos a un mercado con prejuicios, que prefiere profesionales que vengan directo de otra empresa… ¡sin mencionar nuestras propias aprehensiones y juicios! Nos llenamos de culpa (“estarán bien mis hijos sin mí tan presente?”), dudas (“¿me las podré con trabajo y el manejo de la casa?”) y ansiedad.
Yo misma lo viví cuando, después de llevar un par de años sin estar empleada después de haber sido mamá, quise volver y activarme laboralmente. Me empecé a dar vueltas, tomando mis excusas como pañito tibio para no enfrentar mi ansiedad.
Me apoyé en mi psicóloga, hice ejercicios de reflexión, escribí, leí y al final me reconecté con mi propósito, que es: acompañar a otras a desarrollar su potencial. Esto lo estoy poniendo al servicio de otras mujeres que están viviendo lo mismo que yo viví. Mamás que se sienten felices de serlo, lo dan “todo” por su familia, y que a la vez, buscan sentirse realizadas en lo profesional, retomando o dándole una vuelta a aquello que habían dejado atrás, para enfocar su atención en la familia.